Francia prohibió el uso del lenguaje inclusivo en los colegios al estimar que “constituye un obstáculo para la lectura y la comprensión de la escritura”
Para sus opositores es una “aberración” que pone en peligro las lenguas mientras que para sus partidarios es parte de la construcción de un mundo más justo.
La circular del ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, destacó esta semana que la adopción de ese tipo de lenguaje modifica el respeto de las reglas de concordancia.
Además constituye un obstáculo a la comprensión de la escritura y afectar a la lectura en voz alta y a la pronunciación.
Deberán, por ejemplo, desaparecer de las aulas las grafías “les député·e·s” que responde a una combinación del masculino plural (députés) con el femenino (députées) de la palabra diputado, en rechazo a la regla gramatical según la cual el género masculino se impone en el plural.
“Nuestra lengua es un precioso tesoro que tenemos la vocación de compartir con todos nuestros alumnos, en su belleza y fluidez, sin rencillas y sin instrumentalizaciones”
Por su parte, Laurence Rossignol, socialista del lenguaje respondió que “El lenguaje evoluciona porque la sociedad evoluciona y que el masculino genérico excluye a las mujeres”
El lenguaje inclusivo, también conocido como no sexista o incluyente, es objeto desde hace años de un acalorado debate entre especialistas.