Diversas industrias en México prendieron sus alertas, pues advierten sobre una serie de consecuencias catastróficas en caso de aprobarse la iniciativa de reforma eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador, entre las que destacan: energía insuficiente y cara, pérdida de empleos, cancelación de la transición energética, impacto a finanzas públicas, arbitrajes internacionales y violación a tratados internacionales.
Si no se toman en cuenta los argumentos del impacto de la reforma, en un par de años va a faltar electricidad en el país, de hecho para 2023 ya habrá regiones que no tengan suficiente generación y dado que no se ha invertido en transmisión y generación no habrá mandar la energía que les falte, apuntó Régulo Salinas Garza, presidente de la Comisión de Energía de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin).
Resaltó el hecho de que privados no han hecho tampoco inversiones necesarias para aumentar la capacidad de generación por la alta incertidumbre.
Salinas Garza alertó que al día siguiente de la aprobación de la reforma eléctrica de esta administración, todas las plantas de generación privada carecerían de permiso para producir electricidad, esto significa 60% del total.
En la conferencia de prensa de la Concamin, también representantes de la industria minera, automotriz y textil expresaron sus preocupaciones por la iniciativa de la reforma eléctrica de AMLO.
El presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), José Zozaya, comentó que que lo que preocupa a la industria es la producción de energías limpias en cantidades suficientes y a precios competitivos, los impactos negativos que prevé es que muchos puestos de trabajo pueden perderse, “estoy hablando de empleos bien pagados y no de salarios mínimos”.
Abogó porque el desarrollo tecnológico es fundamental para el crecimiento del país, México es líder en producción y exportación de vehículos.
Zozaya mencionó que si bien el sistema eléctrico y marco normativo tienen áreas de mejora, se pueden hacer modificaciones a la reglamentación secundaria, no están de acuerdo con una reforma constitucional, “vemos con preocupación que pudiera no haber financiamiento disponible, ni infraestructura y generación de energía limpia que permita atender la demanda en futuro cercano”.
Al no haber la capacidad por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para generar energías limpias, tendría que elevar la de combustibles fósiles, lo cual resultaría en un incremento de 31% en el costo de la electricidad.
Por su parte, Manuel Espinosa, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex), comentó que de igual manera hay mucha inquietud por los efectos de la reforma, pues son intensivos en el uso de electricidad.
Destacó que cada vez las marcas más importantes del mundo quiere caminar hacia las energías limpias, una de las primeras preguntas que hacen cuando están pensando en invertir en México y por lo cual se detienen es: ¿si va a pasar la reforma?.
Espinosa apunta que son cada vez más los interesados y dando certidumbre el número de empleos en la industria textil pueden duplicarse, pero de aprobarse la reforma eléctrica la viabilidad de crecimiento está entredicho.
La industria textil representa 8% del PIB manufacturero y genera 1.2 millones de empleos en el país.
El presidente de la Canaintex explicó que con el mercado eléctrico mayorista han tenido oportunidad de tener precios competitivos, pues la tarifa industrial de la CFE es más costosa que en Estados Unidos.
En su turno, el presidente de la Cámara Minera de México, Jaime Gutiérrez, dijo que la reforma de AMLO ocasiona incertidumbre para las empresas del sector que invierten en el país, pues en la iniciativa se propone que el estado tenga la exclusividad de la exploración y explotación del litio, así como de “otros” minerales esenciales para la transición energética.